No solo la sangre delimita la familia, esto es algo que he aprendido a lo largo de los años, no hace falta que la misma sangre corra por nuestras venas para saber quienes son mis hermanos.
Hermanos a los que cuando llevo mucho tiempo sin verlos noto su falta como una daga helada en el corazón, pero cuando los veo sonrío, no puedo evitarlo aunque por dentro este hecha una mierda, es verlos y es como si el nudo que llevaba atado en el corazón se soltara y me dejara respirar otra vez, me libera.
Han pasado apenas unas semanas desde que os vi por última vez y lo daría todo por volver a pasar otro rato con vosotros, todo sin excepciones.
Os quiero y es difícil de demostrarlo pero para mi siempre seréis como hermanos mayores.
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